Desde la embajada argentina en Brasil manifestaron su preocupación por una campaña lanzada en redes sociales brasileñas, que podría promover un enfrentamiento el día del partido.
Los paulistas compraron la mayor parte de las entradas para el cruce de octavos entre Argentina y Suiza con el objetivo de revender los tickets, que en el mercado negro tienen un valor que va de los 1500 a los 1700 dólares.
Pero desde las distintas redes sociales la idea inicial cambió y habría tomado tintes de “provocación” hacia los hinchas argentinos.
En lugar de venderlas desde las redes se está instando a los brasileños que tienen en su poder las entradas, a que vayan a la cancha con la camiseta de la selección de Brasil, hecho que encendió el alerta en los responsables de la seguridad.
La preocupación surgió desde el consulado argentino en San Paulo y en parte va a ser por eso que los festejos argentinos estarán alejados de los puntos neurálgicos.
Ante este hecho, no se sabe cómo podrían reaccionar los hinchas nacionales, ni qué consecuencias podría haber durante y después del encuentro.
Se prevé que lleguen a la sede mundialista unos 45.000 aficionados argentinos sin entrada para ver el encuentro y se baraja la posibilidad de habilitar el circuito de Interlagos como improvisado camping.
La Policía incluso decidió que haya dos Fan Fest para evitar cortocircuitos entre albicelestes y locales.
Entre otra cuestiones que despiertan temor, está la llegada de barras argentinos que tendrá la ciudad durante el 1 de julio, día del partido.
Se espera la llegada de barras de Hinchadas Unidas Argentinas , así como fanáticos de Independiente, y sus movimientos ya está previsto sean seguidos de cerca por la Policía.