La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la pena aplicada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Dolores de prisión perpetua para Diego Antonio Urquiaga, por el crimen de Mauricio Ponce de León, un muchacho discapacitado que en febrero de 2005 fue asesinado de 33 puñaladas, estrangulado y atropellado por su propio auto, en la ciudad bonaerense de Chascomús.
El crimen fue cometido en Chascomús, adonde Ponce de León se había trasladado a vivir con su familia después del accidente que, cuando tenía 11 años, le amputó sus piernas. Poco antes del secuestro y posterior crimen, el joven había cobrado un millón y medio de pesos por un juicio por daños y perjuicios derivados de ese episodio.
El día que lo secuestraron, la víctima había ido a ver un equipo de música para su coche. Según se desprendió de la investigación, el supuesto vendedor era Urquiaga, conocido del joven. En realidad, la operación era un engaño para secuestrarlo y luego pedir un rescate de 50 mil dólares.
Según el perito que intervino en el caso, Ponce de León fue golpeado, estrangulado, atropellado con su propio auto y apuñalado al menos 33 veces. Por el caso fueron detenidos otros tres supuestos cómplices, aunque luego fueron absueltos.
Urquiaga apeló la decisión judicial pero la Corte Suprema confirmó la pena que había recibido. El fallo, firmado por Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, dejó firme la sentencia.
Foto: Ponce de León (Archivo)