La harina de almendras contiene un bajo índice glucémico y es baja en carbohidratos. Además, es una fuente de grasas saludables, antoixidantes, proteínas vegetales y vitamina E; esta harina es muy utilizada en dietas sin gluten como sustitutivo de otros productos que sí lo tienen, como por ejemplo la harina de trigo.
¿Cómo hacer harina de almendras?
Para poder obtener esta harina se usa el fruto seco crudo y sin piel molida. Se debe tener en cuenta que no tiene la apariencia de una harina de trigo ya que granulometría es mayor.
Luego poner las almendras en una sartén seca y llevar a fuego, siempre removiendo por 7 minutos. No se deben tostar, sino que simplemente dorarlas, esto hará que estén bien secas y que podamos hacer una harina sin que se forme una pasta.
Debemos dejarlas enfriar, nunca se trituran antes de enfriar porque se formará pasta. Para obtener la harina se deben triturar poco a poco.
La harina de almendra molida es mucho más perecedera que la almendra entera, por tanto, se recomienda molerla antes de cocinar o cuando sepas que vas a usarla en poco tiempo.
Usos de la harina de almendra
Cuando sustituimos una harina por otra, debemos tener en cuenta cómo varía el comportamiento de los ingredientes. Por ejemplo, en la harina de trigo, el gluten actúa como un aglutinante en la masa y hace que sea más fácil de tratar. Pero con la harina de almendra la masa se pega menos y puede ser un poco más difícil de manejar.
Por otro parte, la harina de almendra tiene un alto contenido de fibra que hace que absorba más líquido (hasta dos veces más que otros tipos de harina), por eso necesitaremos aumentar la cantidad de líquido de la receta (entre un 10% y un 20% más).
En la cocina hay miles de recetas para hacer con harina de almendras, como por ejemplo budines, galletas, muffins, masas para tartas, panes, entre otras. Siempre deben tener en cuenta la proporción de todos los ingredientes.
Beneficios de la harina de almendras
Como explicamos anteriormente, esta harina contiene mayor cantidad de fibra que la de trigo o cualquier otro tipo de harina blanca, además de grasas saludables. Esto se debe a que la mayor parte de la grasa que contiene es monoinstaurada, convirtiéndola en una aliada para el corazón y el colesterol “bueno”.
La harina de almendras funciona bastante bien para reducir la cantidad de azúcar en la sangre, mejorar el metabolismo y brindar energía para todo el día, gracias a su alto contenido de vitamina B2 (riboflavina).
Además, la riboflavina en las almendras desempeña un papel esencial en la producción de glóbulos rojos, la función celular, el crecimiento y el desarrollo. Son ricas en magnesio y cobre, lo que ayuda a eliminar los radicales libres (asociados a varios tipos de cáncer) para que la energía dure mucho más tiempo y también, aumentan los niveles de antioxidantes en sangre.
