En Provincia no descartan volver a una Fase 1 ante la posibilidad de un colapso sanitario

Francisco Díaz

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, está muy preocupado por la segunda ola del COVID-19 que golpea con mucha más fuerza que el año pasado.

Sus temores, los pedidos para restringir aún más la circulación de la población realizados al presidente Alberto Fernández, tienen fundamentos en los reportes sobre la cantidad de camas ocupadas en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) de los hospitales públicos y de los efectores privados, que recibe de manera periódica de manos de Daniel Gollan, su ministro de Salud.

El informe demuestra la saturación que existe en el sitema de salud público y privado, que llegan al extremo de no tener camas para atender los casos más graves. Hay municipios que tienen sus terapias intensivas colapsadas. El nivel de ocupación supera el 93%. La situación en clínicas y sanatorios es peor, fluctúan entre el 95% y el 100%.

Esta ocupación en las camas de terapia intensiva hizo que Fernández y Kicillof analicen, junto a sus equipos de Salud, la posibilidad cierta de volver a la Fase 1, es decir, volver al cierre casi total de las actividades como la dispuesta el 20 de marzo de 2020.

El temor del gobierno nacional y de provincial es que haya una multiplicación de casos, con una ecuación geométrica fundamentalmente en el segundo y en el terecer cordón del conurbano bonaerense. Esa preocupación es porque los distritos que los integran tienen un sistema de salud más endeble ante la propagación del virus que terminará desbordando la capacidad de las camas UTI.

Se trata de distritos como Berazategui, Merlo, Ituzaingo, Quilmes; pero también de La Mataza que es el de mayor población y que abarca parte del primer y segundo cordón.

La situación sanitaria es tan acuciante que Gollan aseguró ayer que “ni el que tenga la prepaga más cara del país tiene asegurada una cama” de terapia intensiva si la necesita. Lo dijo durante una entrevista con Radio con Vos.

Horas después de esa sentencia, el ministerio de Salud de la Nación difundió el parte diario a través del cual se confirmaron 537 muertes en las últimas 24 horas, el número más alto desde que comenzó la pandemia.

La cartera a cargo de Carla Vizzotti también informó 27.216 nuevos contagios de coronavirus. Con estos números, el total de infectados desde que comenzó la pandemia asciende a 2.796.768, de ese total, 12.949 son de la provincia de Buenos Aires. Las víctimas fatales en el país asciende a son 60.620 y más de la mitad de esos fallecimientos, 30.952, se registraron en territorio bonaerense.

El miércoles, y con los registro de “saturación” en el sistema sanitario, Kicillof se reunió con representantes de prestadoras privadas para coordinación la informacion sobre la ocupación de camas y tener así el panorama completo.

Un día antes, su administración había resuelto, a través de una resolución, suspender las cirugías que no son de urgencia cuando la ocupación de terapia intensiva alcance el 70%, un hecho ampliamente superado, y así se lo hicieron saber los efectores de salud privada.

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