El Gobierno importará billetes por temor del desabastecimiento

Francisco Díaz

Luego del proceso de producción mediante y diseño aprobado por la Casa Rosada, el organismo que maneja Miguel Pesce debía recibir la primera partida del nuevo billete de $5000 (20 millones de papeles) en junio pasado, otros 60 millones este mes y las mismas cantidades en agosto y en septiembre. Sin embargo, el Gobierno decidió dar marcha atrás, lo cual significó incrementar una nueva producción de billetes de los de mayor denominación: $200, $500 y $1.000.

En las plantas de la Casa de la Moneda ya están en su máxima capacidad operativa. Es decir, para poder cubrir la cantidad de billetes que reclamó el Banco Central el Gobierno autorizó un llamado de licitación internacional algo que encarece la producción del billete. Se convocó por la Casa de Moneda el 7 de julio último. Aunque la importación representa un gasto más alto para el Estado, le permitirá a la Casa de la Moneda dedicarse a la impresión de los billetes de $1.000.

A través de la Licitación 530, la Casa de la Moneda Sociedad del Estado lanzó el llamado internacional y nacional para la fabricación de 250 millones de billetes terminados de $500. El llamado establece que, en el caso de que sean Casas de la Moneda del exterior las que ganen la compulsa, se deberá hacer la presentación teniendo en cuenta el costo entregado en el Puerto de Buenos Aires o en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

De esta manera, se estableció un cronograma en el que se detalla que para el 26 de agosto se tienen que entregar 100 millones de billetes, para el 25 de septiembre la misma cantidad y para el 15 de octubre los 50 millones de billetes restantes con la imagen del yaguareté. El pago de la operación se realizará el 100% a los 70 días de recibida la mercadería y con transferencia bancaria.

La intención era que se hagan en Brasil ya que existe un acuerdo entre ambos países en donde no hace falta llevar adelante una licitación. Pero desde la Casa de la Moneda indicaron que por el momento no es necesario porque se está trabajando “normalmente”.

A su vez, en las dos plantas de impresión que tiene el organismo hubo casos de coronavirus. Esto provocó que la Casa de la Moneda deba suspender la impresión de billetes por varios días

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