El abogado de los rugbiers culpa a la fiscal, a la policĂ­a, al equipo forense y a los medios

Desde que aceptó la defensa de los jóvenes rugbiers detenidos por el asesinato de Fernando Báez Sosa, el agobado Hugo Tomei dejó su casa en Zárate para instalarse en la costa y dedicarse de lleno a la causa. Desde allí se entrevista con los padres de los imputados, recorre las comisarías y hace malabares para esquivar a la prensa. Para el abogado, al menos seis de sus defendidos “Son inocentes y no tuvieron nada que ver con el crimen”.

Como buen abogado penalista, sabe tirar la pelota afuera. Sugiere irregularidades por parte de la Policía Bonaerense, del equipo forense que analizó los celulares, de la propia fiscalía y además apuntó contra los medios. Mientras se las ingenia para elaborar la mejor defensa posible en un escenario adverso, prepara presentaciones contra los funcionarios judiciales. Después de veinte años en el fuero penal, se enfrenta al caso más mediático de su carrera.

En Zárate no hay quien no lo conozca, se lo conoce como uno de “los abogados del poder”. En uno de los trabajos más recientes le ha tocado defender al propio intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro, en una investigación por malversación de fondos. “Es un sacapresos”, “Tiene contactos en todos lados”, cuenta un vecino. Con respecto a los rugbiers, también circulan rumores como honorarios altísimos y la condición de que si uno de los diez renuncia a su representación, deja la defensa de todos. El abogado niega rotundamente todas estas versiones, lo único que reconoce es “Que cobro caro, puede ser”.

No le gustan los comentarios sobre el poder y, tampoco, cuando se destacan sus habilidades para sacar a delincuentes de la cárcel: “Camino tranquilo por la calle. Lo que pasa es que el abogado que hace Penal es siempre mirado con ojos distintos. Lo reconozco y lo acepto porque forma parte del trabajo que me gusta hacer, tengo mucha pasión por lo que hago”, responde.

Ahora Tomei deberá poner todas las habilidades aprendidas al servicio de los rugbiers detenidos. El abogado prefiere no brindar precisiones sobre su estrategia y adelanta que “Hay seis pibes que se tienen que ir. Por lo menos”.

Tomei sostiene que no hubo intención de asesinar: “La agresión o la pelea, como quieras llamarlo, duró 13 segundos, según dicen los testigos. Se fueron. Algunos se pusieron ropa de playa, se fueron a desayunar y a dormir. Además, a Thomsen no hay ningún video que lo muestre, por ahora, o al menos yo no he visto ninguno si lo tiene la Fiscalía. Ya no me sorprendo de nada”.

Ni una sola vez reconoce que, al menos, alguno de sus clientes haya cometido un crimen. Es lógico. Es su profesión y ya lleva varios años ejerciéndola.

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