En medio de la polémica por los argentinos varados por el mundo, tras la reducción del cupo de ingreso diario a la Argentina impuesto por el Gobierno, la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, defendió la medida con fuertes declaraciones.
En este sentido, la funcionaria destacó que al momento de viajar, cada una de las personas firmó una declaración jurada en la que se hacían responsables de que estaban saliendo en medio de una pandemia y “asumían las consecuencias” ante un cambio en las condiciones de reingreso al país.
Además, indicó que la medida del cupo diario es una “necesidad sanitaria” que tiene como objetivo evitar la llegada de la variante Delta y un rebrote de contagios por coronavirus.
“Lo que hemos hecho en una pandemia no es decidir entre lo bueno y lo malo. Porque la verdad es que no es lindo tomar este tipo de decisiones. Estamos eligiendo decidir entre lo feo y lo muy feo”, explicó.
La titular de la Dirección Nacional de Migraciones explicó que la decisión se tomó por la “preocupación” que genera la propagación de la cepa Delta y por el poco cumplimiento del aislamiento obligatorio de las personas que vuelven del exterior, según los registros de las inspecciones.
Aproximadamente, son 45.000 personas las que se encuentran en el exterior por turismo y se tendrán algunos inconvenientes para regresar al país durante las próximas semanas. Aún así, desde el Gobierno expresaron que no pueden considerar como “varado” a ninguno que tenga problemas para volver, ya que no fue una medida sorpresiva.
“Las personas que viajaron eran conscientes de que salían en una pandemia. Firmaron una declaración jurada haciéndose responsables económica y sanitariamente. Y también firmaron una declaración jurada en la que aceptaban las condiciones de reingreso que impone la República Argentina“, señaló Carignano.
Además, Carignano aclaró que “no está prohibido viajar”, aunque desde hace mucho el organismo del que está a cargo “recomienda no viajar al exterior porque pueden pasar estas cosas”, en alusión a los varados.
“No somos el único país que está tomando esta medida. Chile impide la salida de los chilenos del país y la entrada. Igual que Francia lo hizo de un día para el otro, Israel lo hizo cuando estaban vacunando. Canadá impone la entrada con 2500 dólares cada uno y tienen que quedarse en hoteles por unos días. Son medidas que toman todos los países”, advirtió.
Sobre el mismo tema, Carignano dijo que “los que están de vacaciones seguramente se van a poder quedar unos días más” y que eso “no es tan grave, como sí el ingreso de la variante Delta”.
