El 15 de junio de 1908 tras una entrega de premios de un concurso literario llevado a cabo por el Consejo Nacional de Mujeres de la República Argentina, se decidió fomentar el hábito de la lectura y recordar al libro como registro imperecedero del pensamiento y de la vida de los individuos y las sociedades.
En sus primeros años se celebraba como “Fiesta del Libro”. Pero en el año 1924, el Consejo Nacional de Mujeres logró que su proyecto sea instaurado por el presidente Marcelo Torcuato de Alvear Pacheco el Decreto Nº 1.038, a nivel nacional.
Luego, en 1941, el Ministerio de Educación aplicó una resolución la que cambió la denominación por “Día del Libro”, el mismo que se mantiene actualmente.
Esta fecha tiene la finalidad de promover la lectura, por lo que se suele organizar diversos eventos para difundir el hábito cultural que fomenta la imaginación y amplia el vocabulario, así como también ayuda y mejora la ortografía.
En la misma línea, la UNESCO honra a una ciudad del mundo como “Capital Mundial del Libro”. En 2011, el organismo distinguió a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por “la calidad y variedad de acciones que promueven la actividad literaria” en una ciudad que “cultiva la lectura y la creación como una de sus principales actividades simbólicas”.
