Detienen a empleado del hospital de Balcarce por un sabotaje que puso en riesgo a pacientes

Francisco Díaz

Un hombre de 60 años, empleado del área mantenimiento del Hospital Felipe Fossati de Balcarce, fue detenido en las últimas horas acusado de provocar de forma intencional un apagón en dicho nosocomio tras inundar los tableros eléctricos.

El 25 de enero pasado el suministro de electricidad se cortó de manera repentina y todos los equipos instalados en quirófano y la Unidad de Terapia Intensiva se vieron afectados. La rápida intervención de personal técnico permitió subsanar transitoriamente el problema, aunque recién media hora más tarde. En ese lapso dejaron de funcionar dispositivos y aparatología de vital importancia para el tratamiento e internación de pacientes.

La investigación del episodio quedó a cargo de la sub DDI Balcarce y del fiscal Rodolfo Moure, quienes pudieron establecer que el desperfecto no había sido accidental sino provocado. Un empleado de mantenimiento, delegado sindical de los municipales y en conflicto permanente con su jefe, fue señalado como el autor e identificado como Mario Ávila.

Distintas averiguaciones confirmaron que en horas de la mañana del 25 de enero el encargado de mantenimiento le ordenó a Ávila que limpiara el piso de la sala de máquinas donde se encuentra el sistema de generación auxiliar de energía del hospital. Al parecer el empleado utilizó una manguera y lanzó agua hacia el tablero y el grupo electrógeno que en cuestión de segundos hicieron cortocircuito y algunos de sus componentes explotaron.

Así fue que quedaron inutilizados los mecanismos de respaldo de generación electrógena, lo que impidió el restablecimiento inmediato de la energía, la que pudo ser recompuesta pasados treinta minutos desde su interrupción.

En ese lapso aumentó potencialmente el riesgo de vida de los paciente internados en UTI, Quirófano y Área de Respiratorios (COVID 19) en razón de no contar con soportes vitales electrodependientes. La investigación de la Subddi hizo conocer que Ávila ya tenía antecedentes de haber causado un cortocircuito en las baterías de arranque del generador.

Pudo saberse también que, según su superior, Ávila siempre estaba en conflicto laboral y se amparaba en su condición de delegado sindical para garantizarse cierta impunidad en términos de sanciones.

Tras el episodio del 25 de enero fue suspendido por las autoridades del nosocomio y en las últimas horas la policía lo detuvo en la vía pública. Ávila permanece detenido en la Alcaidía 44 de Batán acusado del delito de “incendio, explosión o inundación con peligro de muerte (Art. 186 inc. 4 del CPN)” hecho al que le corresponde en principio una pena máxima de quince años de prisión.

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