A pocos días de conocerse el veredicto del TOC 1 de Dolores por el crimen de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers de Zárate acusados del mismo habrían sido informados por su abogado defensor que presumiblemente luego del lunes 6 de febrero, serán trasladados a distintas unidades penitenciarias bonarenses.
No obstante, Tomei insistiría para que sean alojados en la Unidad Penal de Campana, por cercanía a sus respectivos domicilios, pero la misma aloja exclusivamente internos jóvenes adultos, entre 18 y 21 años, de sexo masculino, que estén cumpliendo una pena menor a los cinco años de reclusión, relacionada con delitos como robos, hurtos o encubrimientos, lo que no sería este caso.
Aunque aún no está definido a qué cárcel irán tras conocerse la sentencia, es posible que no vuelvan a estar los ocho juntos y en ese sentido, en los últimos días trascendió que, algunos de ellos, podrían ser conducidos a la unidad penal de máxima seguridad de Sierra Chica.
En ese contexto y tras finalizar la etapa de los alegatos y regresar a la cárcel de Dolores, donde se hallan provisoriamente, los imputados no pudieron disimular su temor sobre qué pasará con ellos después del 6 de febrero y es por ello que desde hace varios meses se han volcado a la fe cristiana
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En tal sentido recibieron en los primeros meses de encierro en Melchor Romero, varios ejemplares de la Biblia para reflexionar con las distintas lecturas de la “Palabra de Dios”.
Fuentes cercanas al caso afirmaron que por pedido de sus familias, los ocho acusados también eran visitados por un pastor cristiano que viajaba desde Zárate a Melchor Romero para acompañarlos.
De todos modos no son pocos quienes coinciden que se trata de una “estrategia” para que se vean “beneficiados” en la cárcel para pedir ingresar a un pabellón religioso y de tal modo evitar agresiones con el resto de los presos.
