CHASCOMÚS: Condenaron a policía que participó en un importante robo de hacienda

Francisco Díaz

En el marco de un juicio oral realizado en el Tribunal en lo Criminal n° 1 del Departamento Judicial de Dolores, la Dra. Claudia Castro actuando como Juez unipersonal condenó a un policía involucrado en un importante robo de hacienda perpetrado en Chascomús en el año 2014, en el que intervinieron otras cuatro personas ya juzgadas y condenadas en juicios abreviados.

La Juez consideró legal y plenamente probado que el 20 de septiembre de 2014, un funcionario policial junto con otros cuatro individuos luego de violentar los candados en distintas tranqueras del establecimiento rural “San Eduardo”, ubicado en las inmediaciones de la Autovía 2, jurisdicción del Partido de Chascomús, arriaron ochenta y un vacunos hasta una manga existente en el interior del campo, donde los cargaron en dos camiones, un Ford 7000 y un Dodge D.I000. Que una de las personas que participó de la empresa criminal se dedicaba a la compraventa de ganado, y que fue quien acompañó a los animales durante su traslado hasta un establecimiento rural ubicado en el kilómetro 99 de la Ruta Provincial 36, Partido de Magdalena.

El hijo del damnificado manifestó que había sido avisado por su padre que los candados en el campo estaban rotos, haber observado cuando llegó al lugar que había huellas de camiones, y constatado que le faltaban unos 80 animales. También dijo que cuando se presentó en la sede de la Patrulla Rural de Chascomús a formular la denuncia le dijeron que no se la podían tomar porque se había cortado la luz, resaltando el denunciante que eso le había llamado la atención porque afuera “se veía un foquito prendido”. Señaló que recién al otro día se le tomó la denuncia, que siempre tenía problemas con la Patrulla Rural, le habían carneado 13 veces en el campo y nada pasaba, que siempre le daban vueltas para tomarle la denuncia, entre ellos señaló al efectivo juzgado en este juicio.

Indicó que los vacunos robados habían sido llevados a dos campos, uno medio escondido en Punta Indio y otro en Verónica, que del total de lo robado solo había recuperado la mitad. Precisó el denunciante, que había estado “mucho tiempo tocando timbres para tratar de encontrar sus vacas, que pasó por todos lados y no le daban pelota”.

Un funcionario policial que se desempeñaba en “Inteligencia Criminal” dijo haber intervenido días después del hecho, que se trataba de un caso de abigeato muy resonante, que en la “Patrulla Rural de Chascomús solo existía la denuncia y alguna diligencias, pero sin información fuera relevante para esclarecer el hecho”. Indicó haber ubicado los camiones que habían trasladado a los animales y llegado con la pesquisa hasta Magdalena. Que luego se había comenzado a vincular a las personas relacionadas con el hecho por intermedio del dueño de los camiones, y haber logrado a través de cruzar llamados telefónicos cerrar los vínculos entre los involucrados.

Un efectivo policial de Verónica declaró haber acompañado a un oficial hasta la casa del dueño de los camiones, quien al ser consultado por la hacienda que había trasladado dijo no tener problema en declarar, que los animales no eran robados según la persona que lo había contratado, que estaban en depósito judicial y había intervenido un policía. Al hablar de éste mencionó el apellido, y resaltó que cuando estaban cargando los animales él estaba presente, lo describió como un muchacho grande, que cuando venía de cerrar una tranquera había pisado un pozo y había salido rengueando, diciendo “esto le va a salir caro al jefe porque le voy a tener que pedir unos días”, en un vocabulario como de policía, el que usaban entre ellos. Agregó haber sido contratado por la persona que se dedicaba al comercio de hacienda, quien lo había acompañado todo el viaje y le había dicho que por la premura de la situación –inundación- no contaba con la guía de traslado, que posteriormente se la entregarían.

Este testigo fue el más cuestionado por la defensa, sin embargo para la Juez su dichos eran creíbles y verosímiles, no motivados en fines espurios, por lo que se le debía asignar pleno valor, resaltando que el testigo había sido suficientemente claro y asertivo como para darle a sus dichos rango medular de prueba de cargo.

Y en base a esto y otros testimonios y pruebas analizadas, la Magistrada consideró que constituían “un marco probatorio contundente” para generar “certeza absoluta para sostener la imputación en cabeza del acusado”.

Por ello resolvió condenar a Fernando Dionisio Yaques Ramírez, uruguayo, de 50 años de edad, funcionario policial, con domicilio en la ciudad de Chascomús, como coautor del delito de “Abigeato cuádruplemente agravado por haber sido cometido con fuerza en las cosas, por haber participado una persona dedicada a la crianza y comercialización de ganado, por haber participado tres o más personas y por ser una de ellas funcionario público”, imponiéndole una pena de “Seis años de prisión e Inhabilitación especial por 12 años para ser funcionario público”

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