Cerró uno de los principales frigoríficos del país donde trabajaban 1.000 personas

Ignacio Hernández

En medio de un conflicto gremial interno, que derivó en varios días de cese de trabajo en la planta ArreBeef en Pérez Millán, en el partido bonaerense de Ramallo, Hugo Borrel, presidente de ese frigorífico exportador, decidió este viernes cerrar el establecimiento “para siempre”, aunque aun no se formalizó dicha medida en la Justicia.

Así lo anunció frente a sus trabajadores luego que ayer el personal no acatara una conciliación obligatoria. El conflicto se desató en medio de un pedido por elecciones internas.

“Me encuentro con un problema que no puedo resolver. Lamentablemente tengo que informarles que ArreBeef ha dejado de funcionar, no va a trabajar más. Esta decisión la he tomado yo con una gran pelea familiar, no quiero que mis hijos sufran”, dijo el empresario, de 74 años.

“La decisión la tomé en conciliación obligatoria. Esta situación no se va a revertir, venga quien venga. Esta fábrica va a dejar de funcionar, no tiene marcha atrás”, les remarcó.

Según comunicó el empresario, nunca tuvo en claro cuál era el problema que existía en la planta si solo era una cuestión de sacar al delegado sindical, Luis Pérez, u otra cosa. “Siempre valoré el trabajo de ustedes que pusieron a Arrebeef dentro de uno de frigoríficos exportadores más importantes del país”, les aseguró.

Mientras hablaba, los empleados le reclamaban por mejoras salariales a lo que les contestó que estaba “entre los tres o cuatro frigoríficos que pagan mejor y en forma. Añadió: “Pago puntualmente los días 5 y 20 de cada mes”.

“Veré lo que hago con la carne que tengo colgada, veré lo que hago con la hacienda que se está muriendo en los corrales, Sepan que no fue producto mío sino de un montón de gente que me llevó a esto”, les dijo.

En diálogo con LA NACION, Borrel señaló que tuvo que tomar la decisión de cerrar el frigorífico cuando luego de varios días veía muy mal a todos sus familiares y dijo: “Primero mi familia y después el resto”.

“Todo empezó cuando la gente quería elecciones sindicales pero que por el tema del Covid están suspendidas y no pueden realizarse. Y por este motivo me pararon la planta el martes y miércoles. El jueves se dictó la conciliación obligatoria pero no la acataron y hoy viernes me encuentro con todos los animales en el frigorífico”, señaló.

“Encima ahora no dejan sacar a los animales que tengo en los corrales desde el día miércoles y se van a morir”, agregó. 

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