Bebé convivió un mes con una bala en la pierna porque “los médicos dijeron que lo había mordido un perro”

Ignacio Hernández

Todo comenzó el 24 de diciembre pasado. La familia estaba reunida festejando la navidad en el patio de su casa en la localidad de La Tablada cuando de repente Noha, un bebé de un año, empezó a llorar. Al alzarlo, advirtieron que le sangraba una pierna y lo llevaron de urgencia al hospital Ballestrini.

Los médicos que atendieron a Noha en la guardia dijeron que lo había mordido un perro. “Le hicieron dos puntos y nos mandaron para casa”, contó su papá, Matías, esta mañana en Crónica. Así lo hicieron, pero los días pasaron y la herida en lugar de mejorar fue empeorando.

Tanto se inflamó la pierna del bebé que volvieron a llevarlo a la guardia. En esa oportunidad la conclusión de los profesionales después de hacerle una placa fue que tenía una infección y esto le había provocado un absceso. Otra vez los mandaron a su casa, sin darse cuenta que el origen del pus no era una mordedura sino una bala.

Noha convivió un mes con el proyectil en su pierna sin que los médicos lo notaran y, en consecuencia, sin recibir los cuidados que necesitaba. Hasta que el jueves pasado, su cuerpo lo expulsó solo.

“Sentimos un ruido y vimos la bala en el piso“, relató el papá de Noha, todavía sorprendido. Volvieron entonces al hospital pero el pedido de explicaciones no obtuvo una respuesta. No se hicieron responsables de su error y Además, “se quedaron con la bala”, señaló el padre.

La familia de Noha ya presentó la denuncia en la comisaría y se abrió una investigación. “La policía tiene que pedirles el proyectil para hacer las pericias”, concluyó.

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