AFIP explotó este año un mecanismo simple y efectivo para recaudar más: se trata de las fiscalizaciones electrónicas, por las que el fisco ya recibió más de $1000 millones en rectificaciones por inconsistencias en declaraciones juradas y utilización de facturas apócrifas.
Las fiscalizaciones electrónicas son procesamientos de datos que permiten al organismo liderado por Mercedes Marcó del Pont un mejor control sobre la información que los contribuyentes le dan y, por ende, sobre la recaudación.
Entre octubre y diciembre se recaudaron $1100 millones por rectificaciones e ingresos de los montos correspondientes, confirmaron a este medio fuentes oficiales. Son alrededor de 36.300 personas las que recibieron un aviso por fiscalizaciones electrónicas y el nivel de pago y cumplimiento es alto, confirmaron fuentes oficiales a este medio.
¿Cómo trabaja este mecanismo?
En las fiscalizaciones electrónicas se trabaja en cinco ejes. Por un lado, en la subvaluación de inmuebles en el exterior en las declaraciones juradas de Bienes Personales. Por el otro, en la utilización de facturas apócrifas con las que se realizaron cómputos indebidos de crédito fiscal. En tercer lugar, en las tenencias en Fondos Comunes de Inversión y deuda corporativa u Obligaciones Negociables declaradas como exentas en Bienes Personales, cuando en realidad no lo están
También se fiscalizan los rendimientos originados en aportes a sociedades de garantías recíprocas (SGR) que no fueron declarados en Ganancias y, finalmente, la falta de presentación del impuesto cedular (impuesto a la renta financiera).
El control electrónico es automático y no se detuvo a pesar del aislamiento. Se realiza a través del entrecruzamiento de datos. En el caso de la subvaluación de inmuebles funciona de la siguiente manera: se verifica lo que la persona declara en un año y en el siguiente. Se constata si el número declarado de un año a otro es menor -teniendo en cuenta que se declaran en pesos el tipo de cambio oficial, que va siempre hacia arriba-, y se envía una notificación por correo electrónico.
Los otros mecanismos
Además de realizar las fiscalizaciones electrónicas, AFIP puso el foco este año en las cuentas que los argentinos tienen en en el exterior. Fueron noticia cuando se detectaron casi 1000 cuentas de argentinos en el exterior sin declarar o con montos que exceden a lo declarado. Son “cajas” que tienen más de US$1 millón y que, en su totalidad, suman unos US$2600 millones. La información surgió luego de un análisis de información brindada por la OCDE.
Por otro lado, y para las sociedades locales, este año AFIP endureció otros controles para evitar la evasión. El que generó más polémica fue la creación de un régimen de información de la planificación fiscal de las compañías, las estrategias de las empresas para pagar menos impuestos
Finalmente, en abril AFIP estableció que las empresas deben informar una vez al año quiénes son sus beneficiarios finales, es decir, las personas humanas que están detrás del entramado societario en el que están inscriptas.
