Lo condenaron a 12 años de cárcel por conducir borracho y a contramano por Panamericana y matar a dos jóvenes

Francisco Díaz

La Justicia condenó a 12 años de cárcel a un conductor que en enero de 2016 manejó alcoholizado dos kilómetros y medio de contramano por la autopista Panamericana y provocó en un choque frontal la muerte de dos hombres y lesiones gravísimas a una mujer.

Gustavo Federico Cusato Trias, de 34 años, pasará sus próximos días en prisión por “homicidio simple con dolo eventual”, gracias a un fallo inusual del Tribunal Oral en los Criminal 1 de San Isidro, conformado por los jueces Gonzalo Aquino, María Elena Márquez y Alberto Ortolani, quienes avalaron la postura de los fiscales de Don Torcuato Federico González y Cosme Iribarren.

La fiscalía, que llevó adelante la instrucción y la acusación en el juicio, y consideraron que Cusato debió haberse representado que manejar por la Panamericana a contramano y con casi el triple del dosaje de alcohol permitido, podría ocasionar muertes, tal como sucedió, y no hizo nada para evitarlo.

 

El trágico hecho ocurrió en la madrugada del 17 de enero de 2016. Borracho al volante y de contramano, Trias chocó de frente la camioneta en la que viajaban tres jóvenes, de los cuales murieron dos: Nicolás Amadini (23) y Nicolás Zárate (21). La única sobreviviente, Victoria Condolucci (30), debió superar ocho operaciones por múltiples fracturas.

“Fue un fallo ejemplificador. Cuando perdés todas las esperanzas y cuando creés que la Justicia en este país no funciona, te encontrás con fiscales y jueces que hacen muy bien su trabajo”, dijo Claudio Amadini, papá de Nicolás Amadini, al diario Clarín.

Según pudo establecerse gracias a las cámaras de seguridad de la autopista, a las 4.21 de la madrugada, a la altura del kilómetro 28,5 en Don Torcuato, Tigre, Cusato conducía su Ford Fiesta sobre el carril rápido en sentido a Capital en contramano. Circuló así a lo largo de 4 kilómetros hasta que impactó de frente con la camioneta Volkswagen Saveiro que conducía Amadini.

Luego del -evitable- accidente, los análisis de alcoholemia indicaron que Cusato tenía 1,32 gramos de alcohol en sangre, casi el triple de los 0,5 permitidos.

En el juicio, el joven condenado admitió haber estado en una fiesta en la que había bebido “bastante cerveza”.

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