El dueño de una funeraria de La Falda, provincia de Córdoba quedó imputado por estafa, luego de ser denunciado por un joven que recibió las cenizas de otra persona en lugar de los de su madre.
María del Carmen Díaz, de 76 años, falleció el pasado domingo 16 de octubre. Antes de morir, solicitó a sus hijos que cremaran su cuerpo y esparcieran las cenizas en una capilla ubicada en la zona de Villa Giardino.
Con la intención de cumplir este pedido, sus hijos Fernando y Gustavo, retiraron tras el velatorio la urna que contenía los restos de la mujer. “Cumplimos con la voluntad de mi madre y las esparcimos, pero algo me dio desconfianza”, contó Fernando.
Desconfiado, al día siguiente se dirigió al Registro Civil, en donde le aseguraron que ese domingo no se había realizado ningún tipo de cremación. El acta de defunción había llegado ese mismo lunes.
Finalmente, la madre fue cremada ese día en Toledo, por lo que se trasladó a esa localidad y recogió las verdaderas cenizas. Nuevamente las esparcieron en la zona de Villa Giardino, y terminado el ritual se dirigieron a la Unidad Judicial de La Falda para presentar la denuncia.
El dueño de la funeraria, José Cavallo, fue imputado por el presunto delito de estafa. Por el servicio, en la empresa de sepelios les cobraron 14 mil pesos. La Fiscalía de Instrucción de Cosquín, a cargo de Martín Bertone, investiga a quién pertenecían los primeros restos que fueron entregados a la familia
