En la noche de la víspera una importante cantidad de vecinos de Brandsen, se autoconvocaron frente a la Comisaría local en repudio a la liberación de Carlos Elizalde, acusado de abusar sexualmente de varias jóvenes, y quien el domingo último golpeó salvajemente con un bate de béisbol a la madre y al padre de una de sus víctimas cuando fueron a la seccional policial a denunciarlo.
El hombre amenazaba a la abusada, Samanta Nagode (29), cuando la cruzaba por la calle ya que viven a tres cuadras de distancia en la localidad bonaerense de Brandsen.
Este domingo, en una de sus amenazas habituales, interceptó el auto de la joven y comenzó a gritarle cosas. El hombre, no había notado que el que manejaba el vehículo era el marido de la víctima.
Comenzaron a pelear hasta que el hijo de 22 años del acusado, quien vivía por la zona, notó la situación y se acercó con un cuchillo para defender a su padre. En ese momento se separaron y ambos fueron a realizar la denuncia correspondiente.
El esposo de la abusada, antes de dirigirse a la comisaría, llamó a su pareja para avisarle. La mujer llegó con sus padres en el mismo momento que llegó el abusador. La esposa del acusado empezó a golpearla y cuando la denunciante se dio vuelta, vio a su madre, Gabriela De Gaeteano, ensangrentada.
El acusado, quien atiende un carro pochoclero en la esquina de la plaza principal de Brandsen, había sacado un bate de béisbol de su auto, le pegó salvajemente al padre de la víctima y dejó inconsciente a su mamá. “Ví a mi mamá inmovil, con los ojos llenos de sangre, pensé que estaba muerta, quedó con la cara desfigurada”, declaró Samanta.
El acusado fue aprehendido por efectivos policiales mientras la señora quedó inconsciente en el asfalto y su esposo con una gran cortadura en el cuero cabelludo. Ambos fueron trasladados al Hospital Municipal.
El detenido de aproximadamente 50 años fue liberado, por orden del juez Fernando Mateos, 48 horas después de ser acusado de “homicidio calificado por el género en grado de tentativa y lesiones leves”, siendo por ello que la población de Brandsen se autoconvocó frente a la Comisaría y a la Municipalidad exigiendo la presencia de las autoridades, las cuales nunca llegaron.
Pidieron la presencia del Intendente Daniel Cappelletti a los efectos de acompañar a las víctimas, pero el jefe comunal nunca atendió el teléfono.
Anunciaron que continuarán efectuando estas movilizaciones y exigiendo que las autoridades locales se pongan a la cabeza del reclamo popular que repudia la liberación del pochoclero, máxime que a raíz del episodio, dos mujeres más, Paola Albarracin (38) y Romina Llano (32) se acercaron a denunciarlo ya que no se animaban por las reiteradas amenazas de muerte que recibían.
La hija de Paola, declaró que “ella nunca se animó a contar nada de chica y de grande hizo miles de denuncias” y la única respuesta que recibió fue “que consiga un psicólogo y trate de superarlo”.
Las jóvenes, quienes fueron abusadas desde los 6 hasta los 12 años, reclaman “protección” y manifiestan que sienten miedo por ellas y sus familias.
Por estas horas, la comunidad brandseña siente una profunda indignación por la resolución que tomó el Juez de Garantías de La Plata, Fernando Mateos de dejar libre a Elizalde y a su vez por no sentirse acompañada en su reclamo por el Intendente Cappelletti.-
