Mientras que el Gobierno nacional termina de delinear el decreto que saldrá mañana a primera hora con las nuevas medidas de restricción para mitigar la propagación del coronavirus por el incremento de contagios, intendentes costeros se juegan la última carta para intentar acortar el horario del “toque de queda”.
La intención del Gobierno nacional es evitar la circulación desde las 23 hasta las 6. La medida ya generó el revuelo de muchos comerciantes en los distritos del interior y los jefes Comunales intentan atajar los reclamos.
Una de las opciones que barajan en una de las dos cumbres de los alcaldes que por estas horas mantienen desde el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, es estirar el horario de inicio del freno de la circulación hasta 1 y respetar el cierre de las 6.
“Cristian Cardozo (La Costa) está trabajando para que se le dé la potestad a los intendentes de decidir el horario. Y si eso no se puede, ya solicitó recién al gobierno central que el horario para la zona atlántica sea al menos hasta la 1”, confiaron fuentes cercanas a los mandatarios.
Desde el bando opositor, reacios a la implementación de medidas restrictivas para frenar el avance de la pandemia, están reclamando alargar hasta las 2 el toque de queda. “Se va a tratar de negociar hasta último momento”, afirmaron.
En tanto, a esta altura de la tarde, la versión que más fuerza tomaría es que el horario para los distritos costeros y turísticos sea de las 0 horas hasta 6. Una disposición que de generar consenso podría incomodar a varios intendentes que de antemano se oponen a la propuesta.
Los movimientos en territorio bonaerenses comenzaron desde el mediodía, luego de que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, anunciara desde el Instituto Malbrán que esta tarde “va a estar definido”. “La restricción regirá a partir de mañana con su publicación en el Boletín Oficial”, adelantó.
Las declaraciones tomaron por sorpresa a los intendentes que venían de mantener un encuentro con el Gobernador, Axel Kicillof, en donde se había acordado aumentar los controles y el cumplimiento de protocolos para evitar el cada vez más latente “toque de queda sanitario”. La intención era esperar una semana para evaluar los datos epidemiológicos.
