El hombre contó que en 1993 quedó “ciego debido a un tumor cerebral”, sin embargo nunca abandonó los libros y ahora sueña con seguir con un doctorado.
Eduardo fue docente y director de escuelas públicas. Cursó tres años de la carrera de Medicina pero abandonó para trabajar y dedicarse a la educación.
En los próximos días, será declarado Ciudadano Ilustre en Mendoza por su vida ejemplar.
Francisco Díaz