Aquella noche, el Chevrolet Aveo en el que viajaban tres ocupantes y se dirigía por la mano a Mar del Plata, se despistó por causas aún desconocidas y volcó. El vehículo era conducido por Alberto Ignacio Pelazzini (45), quien viajaba con su hijo y un compañero de éste, Benjamín Faramiñan, también de 14 años de edad.
El papá y el amigo de Sebastián, ambos dolorenses, fallecieron en el lugar del hecho, pero él fue trasladado de urgencia al Hospital Interzonal de Agudos en grave estado. Tres días después, el joven Pelazzini fue derivado al nosocomio donde se encuentra actualmente. Tras permanecer estable y superar una neumonía, recuperó el conocimiento. Debido a su recuperación favorable, lo pasaron a una sala.