Terrabusi presentó un Proceso Preventivo de Crisis

Francisco Díaz

Tras varias gestiones ante el gremio y el Gobierno, la filial argentina de la alimenticia Mondelez (la fábrica Terrabusi) finalmente abrió el Proceso Preventivo de Crisis y se dispone a suspender a 500 operarios casi sobre el arranque del gobierno de Alberto Fernández el 10 de diciembre próximo.

La compañía, dueña de reconocidas marcas como Milka, Oreo, Terrabusi, Express y Beldent, entre otras decenas.

La “propuesta” de la empresa es suspender por seis meses a 350 trabajadores de la planta de Pacheco. Allí se producen los productos de las marcas Oreo, Pepitos, Express, Variedad, galletitas Mayco, Tita, Rodhesia y alfajores Milka, Shot y Terrabusi.

Y también preveen suspender a 150 empleados de la planta de la compañia Victoria, donde se hacen las marcas Halls, Beldent, chocolates Milka y los históricos Palitos de la Selva.

En ambos establecimientos alimenticios se desempeñan en total más de 2.300 empleados, y el clima laboral no es el mejor por la situación económica.

Las suspensiones del personal se concretarían a partir del primero de diciembre con el pago del 90 por ciento sobre el salario básico, sin incluir premios ni incentivos, lo cual terminará impactando fuerte en los salarios de los empleados que ya vienen perdiendo frente la inflación y ahora no contaría con los “extras” del salario.

La empresa ya había indicado que “la coyuntura económica que atraviesa el país afecta de manera directa a la industria de la alimentación”.

“En el último período se viene registrando una caída en el consumo y desaceleración en nuestras ventas, con la consecuente acumulación de stock de productos y reducción de la producción”, señaló la empresa.

Ahora dio un paso más al tramitar formalmente el Concurso Preventivo de Crisis que le permitirá concretar las suspensiones, siempre y cuando el futuro presidente no intente una gestión de último momento.

Ese Proceso Preventivo de Crisis debe ser abierto antes de la comunicación de despidos o suspensiones que afecten a más del 15 por ciento de los trabajadores en empresas de menos de 400; a más del 10 por ciento en las de entre 400 y 1.000; y a más del 5 por ciento en las de más de 1.000.

La compañía advirtió que el esquema de suspensiones propuesto es de “sobrevivencia”, a la espera de una reactivación económica que permita recomponer su situación sin tener que llegar a concretar despidos.

En los últimos meses varias alimenticias registraron pérdidas por la suba de los costos y la caída en las ventas, incluidas Arcor, Unilever y Canale.

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