Se cumplen cuatro años del inicio de la cuarentena por coronavirus en Argentina

La noche del jueves 19 de marzo de 2020 marcó un punto de inflexión en la historia reciente de Argentina. Fue el momento en que el entonces presidente Alberto Fernández, acompañado por algunos gobernadores, anunciaba la aplicación del Decreto 297/20, que establecía el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” en todo el país, a partir de las 0 horas del 20 de marzo.

Hoy, al cumplirse cuatro años de ese momento, recordamos cómo aquel decreto transformó radicalmente la vida de millones de argentinos. El COVID-19, ese virus desconocido que comenzaba a hacer estragos en todo el mundo, nos obligó a adaptarnos a una “nueva normalidad”.

Desde entonces, la realidad fue atravesada por cambios significativos que impactaron en todos los aspectos de la vida cotidiana: en los vínculos personales, en las formas de trabajo, en la educación y en la economía.

Las sucesivas extensiones del aislamiento, las restricciones en la movilidad y la suspensión de actividades presenciales marcaron el día a día de la población. Cada dos semanas, el país se paralizaba para escuchar el mensaje del presidente y evaluar el estado de la “guerra” contra el virus.

Pero la vida no se detuvo. A medida que avanzaban los meses, surgieron medidas económicas para paliar la crisis, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), y se implementaron protocolos para una “nueva normalidad” en algunas provincias.

Sin embargo, la política no tuvo cuarentena. Los conflictos entre oficialismo y oposición se intensificaron, con la cuarentena y la emergencia sanitaria como telón de fondo. Las protestas callejeras reflejaron la tensión entre las prioridades de salud y las demandas económicas.

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El 9 de noviembre de 2020, se estableció el Distanciamiento Social Obligatorio (DISPO), dando un respiro a la población, aunque persistían los desafíos.

El mes de diciembre trajo consigo una luz de esperanza con la llegada de las primeras dosis de la vacuna Sputnik V, marcando el inicio de un proceso de vacunación nacional que prometía poner fin a la crisis sanitaria.

Cuatro años después, miramos atrás y reflexionamos sobre el camino recorrido, con la certeza de que la pandemia nos cambió para siempre, pero también con la esperanza de un futuro mejor, marcado por la resiliencia y la solidaridad de un pueblo que supo enfrentar la adversidad.

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