Siendo las 4,30 de la madrugada del 8 de Marzo de 1.981, entre las estaciones Jeppener y Brandsen, a unos 8 km de esta última, entre los Kms 68 y 69 saliendo de una curva, mientras circulaba a unos 120 km/h chocó contra la punta de un vagón cisterna de petróleo de un tren carguero que había descarrilado unos minutos antes desde la vía ascendente.
Según testimonios de algunas personas, el maquinista del carguero se alejó corriendo de la locomotora una vez que vio venir el tren; en verdad, intentó alertar con un trapo al “Luciérnaga” para que se detuviera.
Un menor que viajaba en el tren de pasajeros, que desde una ventanilla del lado interno de la curva avistó el vagón cisterna sobre la vía, observó luego como la locomotora se levantó y se tumbó.
La tragedia pudo haber sido mayor si hubieran hecho combustión los vagones descarrilados que contenían petróleo. Sin lugar a duda podría haberse desatado una catástrofe sin precedentes. Algunos expertos comentaron el crudo no arde por el solo contacto con la llama y menos aún con el de una chispa.-