El fiscal del caso había pedido que el acusado fuese condenado por “exceso en la legítima defensa”.
“Yo nunca fui un justiciero siempre fui un laburador”, declaró al salir absuelto y cuando le preguntaron si le preocupaba recibir amenazas aseguró: “El miedo siempre está”.
Cuando le preguntaron qué va a hacer desde ahora dijo: “Seguir criando a mi hija, laburar para poder volver a tener mi carnicería que es mi sueño”. También se mostró “contento porque se hizo justicia”.
Luego contó que al oír el veredicto se abrazó a su abogado: “Él siempre me defendió sabiendo que yo era inocente”. También aseguró que cuando recuerda todo lo que pasó siente “tristeza”.