Un grupo de Misioneros Claretianos acampan en Dolores acompaƱando a la familia de Emilio Blanco

Francisco DĆ­az

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A casi diecisiete años del hecho que conmovió a Chascomús, un grupo de Misioneros Claretianos de San José del Sur, llegaron a Dolores para acompañar a la familia de Emilio Blanco en el comienzo del debate oral.

Decidieron armar una carpa, a dos cuadras de los Tribunales a un costado de la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores.

Ayer marcharon pidiendo justicia y el esclarecimiento del hecho, cosa que se procurará dilucidar en esta instancia.

Se estima que el juicio se desarrolle en 25 jornadas en las que están citados unos 200 testigos.

El tribunal a cargo del proceso está compuesto por los jueces Juan Pablo Curi (en lo Criminal), Diego Olivera Zapiola (de Garantí­as) y Luis Esteban Nitti (de Ejecución Penal), quienes decidieron realizar el juicio de acuerdo al anterior Código de Procedimiento, aplicable en los casos previos a 1998.

El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, representa al Ministerio Público; el acusado tiene como defensor al abogado Mauricio Armagno; mientras que los padres de Blanco (16) están representados por el letrado Gustavo López.

Por su parte, Basualdo llegó al debate con prisión domiciliaria e imputado del delito de “imposición de torturas seguidas de muerte y homicidio calificado por ensañamiento y alevosía”.

El ex jefe de calle de la comisaría 1ra. de Chascomús había sido detenido en 2011 por orden de la jueza de Garantías de Dolores.

En la causa hubo un segundo acusado, el entonces comisario Tomás Freites, a quien le imputaron no haber evitado las torturas, aunque finalmente fue sobreseído.

A casi dos meses de cumplirse 17 años del crimen, cometido el 28 de septiembre de 1997, el fiscal Escoda intentará demostrar que la muerte de Blanco fue producto de las torturas aplicadas por funcionarios policiales.

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