Si bien no se difundió lo ocurrido en forma oficial, el diario Compromiso pudo conocer de una frustrada maniobra intentada para sacar del penal a un preso alojado en la Unidad 6 de la ciudad de Dolores.
El suceso de características muy particulares habría ocurrido al culminar el año 2016, cuando horas antes de iniciarse la feria judicial de verano y en medio de las innumerables resoluciones de última hora que se adoptan en el Fuero Penal, se habría recibido en la mencionada Unidad Penal un llamado telefónico, indicando que vía fax se transmitiría una orden de excarcelación para determinado interno.
Tras ello, habilitado el fax y pasado unos minutos sin que en éste se recibiera la aludida documentación, una nueva comunicación telefónica dio cuenta de un problema en el fax de origen (se aludió falta de papel) y se propuso enviar la misma vía mail dado la urgencia del trámite.
Recibido éste por dicho medio fue impreso y trasladado a quienes deberían ejecutar la resolución, momento en que el funcionario judicial interviniente -que actúa en el propio ámbito del penal-, advirtió (y sospechó) de un error en la fecha de excarcelación, habría dicho 1º de febrero, razón por la cual se comunicó con el Juzgado a cuya disposición estaba el interno que hacía referencia esa supuesta actuación, donde una y otra vez negaron que allí se hubiera adoptado ninguna medida de excarcelación en favor de ese preso.
La maniobra, que quizás podría haberse concretado pese a lo burdo del mecanismo intentado, refleja en cierta manera los recovecos que los marginales exploran permanentemente para tratar de eludir el accionar de la justicia, pero el hecho necesariamente debe poner en alerta a las autoridades penitenciarias, porque no se puede dejar de sospechar que ese ardid fue realizado por alguien que conoce como es el procedimiento en estos casos.
