Días pasados un vecino de Lezama buscaba a través de la red social Facebook a un compañero de estudios cuando advierte en un sitio de la misma que una persona tenía una fotografía de un joven de su misma localidad; aunque con una leyenda que le llamó poderosamente la atención, pues se consignaba como nombre el de ALEXIS; totalmente distinto al real y debajo la sigla Q.E.P.D.
Esa circunstancia hizo que el lezamense le enviara una solicitud de amistad a la persona de que se trata a la que llamaremos G con domicilio declarado en la provincia de Mendoza, la cual es aceptada de inmediato.
Comienza por ende un contacto e intercambio epistolar corriente hasta que el vecino de Lezama le pregunta a G. por la persona de la fotografía, o sea por el supuesto “ Alexis”.
Este le manifiesta que era “ un amigo que falleció el año pasado en Buenos Aires”
Sin hacer mención alguna a que ello no era correcto, el lezamense continúa indagando aún mas, recibiendo como respuesta una serie de incoherencias e inexactitudes.
El vecino de Lezama revisa minuciosamente la cuenta de G y advierte que una “amiga en común” de éste tiene como portada en su sitio personal de Facebook la misma fotografía, poniéndose en contacto con ella para intentar obtener mayores datos.
En este caso, la “amiga en común”, a la que llamaremos J. se domicilia en Buenos Aires y le brinda una respuesta similar a la anterior, agregando otros detalles que no tienen mayor importancia remarcando que ” era un chico que sufrió mucho.y daba amor y necesitaba amor.El ahora esta en el cielo.”
Ante ello, el lezamense se contacta con el joven de su misma ciudad al que llamaremos R. y pone al corriente lo acontecido, quien se sorprende, pues alguien con propósitos ignorados había “robado” sus fotografías y armado un sitio falso.
En la tarde de hoy J. le hace saber al lezamense que el mendocino G. le había solicitado dinero argumentando que su madre debía viajar a la Capital Federal. Y basándose en la amistad que ambos habían mantenido con el supuesto “Alexis”, ella le giró una suma que no especificó.
Luego de percibido el dinero, G. eliminó de sus contactos a J. y nunca mas volvió a saber de él.
Obviamente que el joven lezamense no tiene vinculación alguna con ello, pues a él le sustrajeron las fotografías, las cuales eran todas “individuales” según señaló J. quien no pudo disimular su sorpresa cuando el vecino de Lezama le explicó que la persona a la que llamaban “Alexis” y que presuntamente falleció el año pasado, no era tal y por el contrario goza de excelente salud, hallándose actualmente cursando sus estudios universitarios, siendo en realidad R.
Se ignora si G fue el autor del perfil de Facebook trucho, sustrayendo fotografías de R para hacerlo, pero lo que quedó en evidencia es que aquel utilizó al falso “Alexis” para obtener un dinero con un argumento falaz.
Las iniciales corresponden a los nombres reales de los protagonistas de esta historia cuasi novelesca, reservándose la identidad de cada uno por razones legales.
Se recomienda que los sitios de Facebook estén configurados para ser vistos únicamente por ” AMIGOS” y no por ” PÚBLICO”, al igual que la totalidad de la información y/o fotografías.
Finalmente J. manifestó que desea conocer a R. para ” cerrar una etapa y al menos ponerme felíz sabiendo que no murió” .-
