CHASCOMÚS: A 50 años de la construcción del edificio abandonado

Ignacio Hernández

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Por Ana Belén Passerini

El ELEFANTE GRIS DESPIERTA

Desde que tengo uso de razón hay algo en la ciudad que no cierra. Hay una mancha en la radiografía de nuestro pueblo. En el paseo del domingo, en la vuelta del perro dejando atrás la laguna y terminando el centro por la Libres del Sur justo ahí donde las vías del viejo tren marcan la comba en el recorrido,hay un gigante. Un esqueleto de hormigón que duerme erguido hace medio siglo.

La neurociencia ha explicado que el cerebro humano reacciona a una velocidad salvaje ante lo que no corresponde. Algo “fuera de patrón”, provoca una reacción inmediata. También los científicos explican que el cerebro humano no reacciona ante ese cambio más de una vez. Es decir, una vez que se repite, lo inesperado o extraño pasa a naturalizarse.

Los chascomunenses hemos naturalizado de tal manera el viejo edificio gris, que nuestra retina casi no percibe su presencia. He tenido la sensación por un período de tiempo de que hubiera desaparecido. Aún habiendo recorrido a diario la inevitable arteria de nuestro pueblo, la calle Libres del Sur.

El elefante gris, así he decidido llamarlo, es conocido como el Edificio Piazzoli, dado que los propietarios fueron y son entre otros los Piazzoli. Comenzó a construirse el 7 de diciembre de 1966 con la empresa constructora Ancasvi SRL. La obra estuvo a cargo del constructor Vito Scavo y la supervisión en manos del Ingeniero Menrado Tehler.

El edificio ubicado entre las calles Bolivar y Mazzini tiene una superficie cubierta de 1354 metros cuadrados y ocupa un predio de 257 metros cuadrados entre las dos parcelas que lo componen. La estructura de hormigón tiene fundación, planta baja, seis pisos en altura, sala de máquinas y tanque de reserva con escaleras de vinculación entre los distintos niveles, por tanto como estructura está completa.

En diciembre de este año se cumplen exactamente 50 años desde que se tramitó y comenzó a realizar la obra y por primera vez la situación puede tomar otro rumbo.

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Derribando mitos.

Lo que siempre se dijo sobre el edificio en cuestión era que no se había continuado con la edificación porque la construcción había tenido un error de calculo y los cimientos no soportaban el peso de la obra terminada. Otros aseguraban, que sin consultar se había emprendido un proyecto con más pisos de los que la ley municipal permite.

En cuanto a esto último, es falso. La obra es anterior a la ordenanza que establece cuatro pisos máximo, es decir que goza según indica un letrado consultado de “derecho adquirido”. Pero lo más llamativo es que el elefante gris no sólo podría sostener la construcción completa de los seis pisos hoy, sino que podría incluso soportar más peso.

El elefante despierta.

El 18 de abril de 2013 el Ingeniero Roberto Scasso de la firma INGECON SA realizó un estudio con un equipo de profesionales con el fin de evaluar el estado de la propiedad dada la exposición del hormigón al medio ambiente durante medio siglo.

El estudio de 36 páginas, concluye que la estructura presenta en términos globales un buen estado de conservación, fuera de cualquier tipo de afectación grave. Que cuenta con un grado de seguridad global adecuado para lo que fue diseñada. Y recomienda sólo reforzar las losas por medio de colocación de perfiles tomados de las vigas de hormigón para dar mayor seguridad.

Resulta entonces que la continuación de la obra es posible. Sólo falta que se destraben cuestiones legales en cuanto a la propiedad, dado que hoy en día el condominio se encuentra en trámite de sucesión y no pertenece sólo a la familia originalmente dueña del bien.

Quedan algunos obstáculos aún pero la novedad es que el gigante resiste los embates del tiempo. Solo algunos pasos más y quien dice se termine su letargo. Mientras tanto la sombra más pronunciada de la tarde dibuja en el centro del pueblo como cada atardecer la silueta del elefante gris detenido en su marcha.

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